La ubicación es uno de los factores más importantes al comprar una vivienda. No se trata solo de metros cuadrados, sino de calidad de vida. Valorar aspectos como la cercanía a colegios, transporte, zonas verdes y servicios es clave para tomar la mejor decisión.
Cada barrio tiene su propia identidad y ventajas, por eso lo ideal es visitar la zona en diferentes momentos del día y analizar si se ajusta a tu estilo de vida. Al final, un hogar bien ubicado es también una inversión inteligente.